Los aranceles reforzados que la Unión Europea impondrá a los vehículos eléctricos chinos a partir de julio «no son un castigo«, afirmó en Pekín, Robert Habeck, ministro alemán de Economía y Clima.
Robert Habeck, número dos del gobierno alemán, se encuentra en Pekín en lo que parecer ser la última oportunidad para evitar una guerra comercial entre la UE y China, que se opone firmemente a esos aranceles suplementarios.
China afirma que estos son «puramente proteccionistas» y dijo que tomará «todas las medidas necesarias» para defender sus intereses.
«Es importante entender que no se trata de aranceles punitivos», afirmó Habeck, según una grabación de su declaración transmitida por la embajada de Alemania a la AFP.
«Hay aranceles punitivos. Lo hicieron los estadounidenses, lo hizo Brasil, lo hizo Turquía, que impuso recargos al conjunto de los vehículos chinos. Europa está procediendo de forma diferente, y también hay una diferencia cualitativa», argumentó Habeck.
Aranceles de hasta 28%
«No se trata de una sanción», insistió el ministro. Si no se llega a un compromiso antes del 4 de julio, la UE impondrá una subida de hasta 28% de los aranceles de importación de los coches eléctricos chinos.
La UE acusa a China de subvencionar masivamente a la industria automotriz. Los aranceles serán definitivos a partir de noviembre.