¿Qué son los troyanos bancarios y cómo evitarlos?

Ciberseguridad: ¿qué son los troyanos bancarios y cómo evitarlos en tus operaciones online?

El robo de datos es cada vez más común. Los maliciosos atacantes cibernéticos estudian la conducta del usuario, sus hábitos financieros, línea de tiempo de transacción, balances y deudas. Toda esa información es oro para cualquier persona, ya que les permite robar grandes sumas de dinero, manteniendo el sigilo.

Si bien el público en general debe tener cuidado, los empresarios y emprendedores, a menudo atacados por ataques de compromiso de correo electrónico empresarial, deben ser más cautelosos.

Los cibercriminales han logrado evadir los controles de seguridad para infiltrarse en la banca online, aprovechando aplicaciones que simulan ser reales pero que funcionan como troyanos bancarios.

¿Qué son los troyanos bancarios?

Los troyanos bancarios atacan desplegando ventanas emergentes falsas que intentan engañar a las víctimas, haciéndoles creer que se trata de ventanas legítimas de su banco, para que divulguen información confidencial.

Por ejemplo, existe el troyano Grandoreiro desde el 2017, que se distribuye a través de spam apuntando a Brasil y Perú. Cuenta con funcionalidades de backdoor que le permiten manipular ventanas, actualizarse, registrar las pulsaciones de teclado, simular acciones de mouse y teclado, obtener direcciones URL del navegador de la víctima, cerrar sesión de la víctima o reiniciar el equipo y bloquear el acceso a sitios web elegidos..

¿Cómo evitar los troyanos bancarios?

El objetivo es evitar que estos troyanos puedan infectar los sistemas. Por eso, es esencial contar con herramientas de seguridad. Un buen antivirus puede prevenir la entrada de amenazas que pongan en riesgo nuestros equipos. Por ejemplo, hay software de seguridad que son gratuitos.

Asimismo, es importante mantener equipos actualizados, descargar siempre de fuentes confiables y oficiales. Es vital instalar programas desde tiendas oficiales y no caer en trampas que puedan derivar en software fraudulento.

Lo último, aunque quizás lo más importante, es el sentido común. Muchas amenazas llegan a través de un simple email o también a través de un enlace malicioso que visita. Es esencial que utilice el sentido común en estos casos, para saber cuál abrir.

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