En Perú, los emprendedores enfrentan retos diarios para sacar adelante sus negocios, y en los últimos tiempos, la inseguridad ciudadana ha agravado este escenario. La violencia, los paros y las extorsiones afectan no solo la operatividad de muchos emprendimientos, sino también la salud mental y emocional de quienes los lideran.
La especialista en negocios y docente del Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (CIDE PUCP), Carla Morante, reconoce la resiliencia de los emprendedores y comparte algunas de las principales consecuencias que esta problemática trae consigo.
- Impacto en la economía nacional. La inseguridad afecta a miles de peruanos y a los emprendedores que dependen de la movilidad y la logística para operar. Según cifras de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), el paro de transportistas en Lima provoca pérdidas de hasta 230 millones de soles diarios, comprometiendo los ingresos de muchos negocios y debilitando la economía.
- Pérdida de ingresos por paros y extorsiones. Emprendedores en sectores como el transporte y la logística sufren una disminución considerable en sus ingresos debido a las amenazas de extorsión. Según el economista del CIDE-PUCP, Jaime Ampuero, más del 60 % de las pequeñas y medianas empresas (pymes) de comercio y servicio se han visto afectadas por el paro de transportistas en Lima, lo que las obliga a paralizar sus operaciones, poniendo en riesgo sus negocios.
- Aumento de costos operativos. Morante precisó que, ante esta situación, los emprendedores deben destinar recursos a seguridad privada, seguros y reparación de pérdidas. Además, la reducción de horarios y producción, sumado a la necesidad de capacitar a sus colaboradores para enfrentar situaciones de riesgo, genera una presión adicional en sus finanzas.
- Impacto en la salud mental de los emprendedores. El estrés constante por la inseguridad no solo afecta el rendimiento de los negocios, sino también el bienestar personal de los emprendedores. La ansiedad y el temor a sufrir robos o extorsiones crean un desgaste emocional que, según Morante, puede llevar a problemas de salud como hipertensión o enfermedades cardiovasculares. “La preocupación constante afecta el sueño, genera aislamiento social y repercute directamente en la calidad de vida”, agregó.
La inseguridad ciudadana es un obstáculo significativo para los emprendedores en Perú, impactando su rentabilidad y bienestar emocional. Para fomentar un ecosistema empresarial sólido, es esencial que todos los actores involucrados trabajen juntos en la búsqueda de soluciones que fortalezcan la economía del país.