Fortaleza del sol para resistir shocks

Tipo de cambio: ¿qué hace tan fuerte al sol peruano para resistir a crisis internas y externas?

En enero del 2000, un peruano necesitaba alrededor de 3.5 soles para comprar un dólar; 23 años después, ante la normal volatilidad propia de cualquier moneda (con un mínimo de 2.55 soles por dólar en diciembre del 2012 y un máximo de 4.14 soles en setiembre del 2021), a la fecha tan solo se requieren alrededor de 3.78 soles para adquirir un dólar.

En este escenario surge la pregunta, ¿qué hace tan fuerte a nuestra moneda en términos nominales frente al dólar que resiste tormentas políticas, ciclones como Yaku, el Fenómeno El Niño, shocks externos como la crisis financiera mundial del 2008, la pandemia del COVID-19?

“La moneda peruana tiene un buen desempeño cuando lo miras desde una perspectiva de mediano plazo; en general, ha sido una depreciación relativamente acotada, el sol ha mostrado fortaleza”, subraya el economista Hugo Perea, jefe del BBVA Research para el Perú.

Estabilidad

En un informe del diario El Peruano, el especialista refiere que ante el riesgo político que generó la llegada de Pedro Castillo a la Presidencia, el dólar se “disparó” hasta los 4.14 soles; sin embargo, volvió a bajar para mantenerse en los actuales niveles. Perea señala que los fundamentos que determinan el valor de la moneda se mantuvieron sólidos a pesar de la turbulencia política en el caso peruano.

“Yo destacaría en general la estabilidad macroeconómica, el Perú no tiene desbalances o desequilibrios macroeconómicos significativos; de hecho, tiene un bajo déficit fiscal, un bajo endeudamiento público y un Banco Central de Reserva (BCR) independiente, autónomo, con un esquema legal muy bien diseñado que mantiene un entorno de estabilidad monetaria y eso también, por supuesto, contribuye a que la gente confíe en el sol y no busque activos de refugio, como el dólar”, explica.

Además, anota que el país ha tenido un entorno de baja inflación que permitió mantener el valor adquisitivo de su moneda, salvo en los últimos meses, que han sido más por factores externos desatados por la crisis en Ucrania, que elevó los precios de los commodities.

“La inflación promedio en el Perú en los 20 años previos estaba en alrededor de 2.6%, que es bastante baja”, recuerda.

En los fundamentos de la robustez de la moneda peruana coincide el gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), Alberto Morisaki.

“La fortaleza de nuestra moneda radica en los sólidos fundamentos macroeconómicos del país desde hace varios años, en el manejo responsable de las finanzas públicas, el adecuado accionar de la política monetaria para contrarrestar presiones inflacionarias, elevadas reservas internacionales, el grado de inversión, la independencia del BCR y su labor técnica para intervenir en el mercado cambiario mediante una serie de instrumentos”, explica.

Beneficios

Por otro lado, el economista jefe del BBVA Research en el Perú refiere que uno de los beneficios para la economía de tener una moneda relativamente fuerte es la desdolarización.

“Un beneficio es la reducción de la vulnerabilidad que implicaba la dolarización; cuando uno tiene una moneda sólida, la gente confía y no está buscando una moneda alternativa como refugio, esos movimientos pueden generar efectos desestabilizadores, ese riesgo se ha reducido en los últimos años”, asevera.

“Además, favorece garantizar un entorno de mayor estabilidad financiera; en el Perú no estamos esperando depreciaciones abruptas, significativas, que nos lleven a crisis cambiarias”, dice.

El nivel de solidez de los macrofundamentos, pero también la alta disponibilidad de liquidez que tiene el BCR, permite tener muy acotado el riesgo de que tengamos apreciaciones abruptas, genera más estabilidad financiera, esos dos elementos me parecen que son los principales beneficios para la economía”, comenta.

Morisaki también detalla los beneficios de la fortaleza del sol. “Mantener una moneda fuerte como el sol permite que cumpla su función de medio de reserva de valor confiable, y refleja una situación económica favorable del país. Además, disminuye la volatilidad del tipo de cambio y mitiga los efectos de presiones en precios mediante bienes importados”.

“Adicionalmente, la fortaleza del sol tiene un efecto positivo sobre las cotizaciones de los bonos de largo plazo del país, cotizados en los mercados internacionales, y se traduce en una disminución del riesgo-país por la mayor certidumbre y confianza. Por otro lado, reduce la exposición al riesgo cambiario para aquellas personas que cuentan con deudas en dólares e ingresos en soles”, agrega Morisaki.

El jefe de estudios económicos e inteligencia comercial del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores (CIEN-Adex), Gabriel Arrieta, resalta que la fortaleza y estabilidad de la moneda peruana frente a otras monedas de la región brindan competitividad al sector exportador.

“Compramos en el exterior insumos y maquinaria para la producción de diferentes bienes y servicios; al tener un tipo de cambio más estable nos genera competitividad a nivel de empresas porque a los otros países con un tipo de cambio que se dispara se les encarecen los insumos”, menciona.

“Frente a otras economías esto nos permite tener mayor competitividad, los menores precios de insumos hacen posible producir más y generar un efecto en cadena para los consumidores porque al reducirse los costos el consumidor también puede verse favorecido por el nivel de precios”, agrega.

Proyecciones

Perea refiere que el BBVA Research prevé una cotización de alrededor de 3.9 soles por dólar para fines de este año. “Estamos revisando la previsión, lo que nos lleva a ver que todavía hay algo de depreciación hacia adelante”.

Explica que los mercados esperan que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ya no eleve más su tasa de referencia, pero el BBVA Research prevé una subida más de la tasa y que se mantenga alta durante este año.

“Eso implica un escenario de mayor fortaleza global del dólar y, por lo tanto, un sol peruano un poco más débil”, apunta.

Para el 2024 prevén niveles de 3.8 a 3.85 soles por dólar porque proyectan que las tasas de interés empezarán a bajar en el mundo y el Perú tendrá mayores ingresos de dólares por la mejor cotización del cobre.

Por su parte, Morisaki señala que desde la gerencia de estudios económicos de la AAP proyectan para el cierre del 2023 y 2024 un tipo de cambio de alrededor de 3.85 y 3.90 soles por dólar, respectivamente, en línea con lo que espera el mercado.

Asimismo, el CIEN-Adex espera que el dólar se mantenga entre 3.6 y 3.8 soles por dólar al cierre del presente año, puntualiza Arrieta.

Exportaciones: aporte al tipo de cambio

Las crecientes exportaciones en las dos últimas décadas contribuyeron a tener un tipo de cambio estable y un mejor desempeño que otras monedas de la región, destaca el jefe de estudios económicos e inteligencia comercial del CIEN-Adex, Gabriel Arrieta.

“Al comparar cómo actúan otras monedas importantes de la región como el real de Brasil, el peso de Chile, México, Argentina, Colombia, se puede evidenciar que en estos últimos 20 años la moneda peruana fue la más estable, no generó mucha inestabilidad, el sol es una de las monedas más fuertes de la región”, recalca.

Asimismo, señala que las exportaciones permiten el ingreso de los dólares y ayudan a controlar el tipo de cambio.

“Las exportaciones, el turismo, la mayor inversión minera y el boom exportador en minería definitivamente han pesado mucho en el equilibrio del tipo de cambio; por ello, las exportaciones son muy importantes para la economía nacional”, destaca.

Explica, asimismo, que las subidas de las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) generan un desplazamiento de los dólares hacia Estados Unidos para obtener mayor rentabilidad, y en una economía con pocos dólares, el precio de la moneda estadounidense se dispara, pero como el Perú, gracias a las exportaciones, recibe flujos importantes de dólares, coadyuva a que no suba la cotización y, por ende, el sol no se deprecie más.

Resalta además que el sol, al mostrar estabilidad y fortaleza, contribuye a atraer a la inversión privada extranjera al país.

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