El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyectó que la economía peruana crecería 3% en el segundo semestre del 2023 sostenido por la mejora de la demanda interna, en línea con la disipación de los conflictos sociales, menores presiones inflacionarias y condiciones financieras más favorables.
Todo ello acompañado por las medidas para impulsar la economía y atender la emergencia climática, de acuerdo con el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2024-2027 publicado en el Diario Oficial El Peruano, documento todo se precisa que la mayor dinámica prevista de la demanda interna, en dicho periodo, se explicaría por la recuperación de la inversión privada.
Así, dicha variable volvería a registrar tasas positivas de crecimiento desde el segundo semestre del año, que se extenderían hacia el 2024, debido a la mayor inversión no minera en infraestructura, lotes de hidrocarburos e inversión diversificada, como retail y logística.
Inversión pública
“En la misma línea, la inversión pública será un soporte importante para la economía ante la mayor asignación presupuestal histórica a fin de impulsar el cierre de brechas de infraestructura”, según el MMM.
Señaló que la asignación presupuestal histórica también permitirá contar con mayores recursos a proyectos de rápida ejecución, realizar capacitaciones y asistencias técnicas permanentes a las entidades de los tres niveles de gobierno, agilizar la ejecución de carteras priorizadas como el PNISC, facilidades para la liberación de interferencias y destrabar obras de gran impacto.
“La recuperación de la inversión impulsará el consumo a través de la generación de empleo y mejora progresiva de los ingresos de los hogares, además de la implementación de medidas temporales que brinden liquidez a las familias más vulnerables en el marco del plan Con Punche Perú”, remarcó.
Asimismo, previó que la crecimiento del PBI será favorecido por el incremento de la oferta exportable gracias a una mayor producción minera de cobre y molibdeno de Quellaveco, y de productos de agroexportación como arándanos y uvas, además de la recuperación de los envíos de harina de pescado en el 2024.
Se suma el aumento la demanda de productos manufacturados como los textiles y químicos asociado a la recuperación progresiva de la demanda externa.