Los nuevos métodos de pago integrados a las apuestas online

Los nuevos métodos de pago integrados a las apuestas online

Perú ha vivido en los últimos tiempos un gran crecimiento en cuanto a las transacciones a través de internet. Este fenómeno se debe, sobre todo, al auge de mercados como el comercio electrónico o el juego digital, dos de las actividades que se han erigido como favoritas entre los internautas. Con todo ello, cada vez existen más posibilidades de comprar productos o contratar servicios a través de un solo clic, ya no solamente se aceptan las tradicionales tarjetas de crédito y de débito.

Desde hace unos años, los juegos de casino integran diferentes métodos de pago adaptándose así a las diferentes preferencias de los usuarios. Los clásicos ya no son la única opción, sino que este campo también ha avanzado a pasos agigantados incorporando sistemas totalmente digitalizados. Tanto los depósitos como los retiros se dan en unos pocos minutos y no requiere de una gran inversión de preparación ni disponer de más de un dispositivo inteligente. Por ejemplo, con el celular es suficiente.

Cabe mencionar que no existe un sistema mejor que otro. Cada uno encajará mejor en el tipo de segmento de público al que apele o al tipo de plataforma a la que vaya destinado. Sí que se recomienda que cualquier internauta evalúe tres requisitos. En primer lugar, la adaptabilidad y la capacidad de pagar sin obstáculos. En segundo, la seguridad con un sistema de autenticación y la simplificación del proceso. Y, en tercero, la confianza y la comodidad, algo que hace que se eliminen los pasos innecesarios.

Métodos clásicos en el mundo online

Uno de los métodos clásicos que han migrado, como los juegos de casino, al campo online son las tarjetas de crédito y de débito. Sigue siendo uno de los más demandados, sobre todo por su sencillez y la familiaridad que despierta entre el público en general. Para ello, se debe introducir los datos de la tarjeta bancaria, el código CVC o CVV y, en caso de tenerlo configurado, aceptar la operación con alguno de los métodos existentes ya sea vía celular o correo electrónico.

Las transferencias bancarias también siguen presentes, aunque han perdido importancia en los últimos tiempos. Una de las ventajas más destacadas en su momento era la falta de comisiones, mientras que como aspecto no tan positivo estaba el tiempo de demora. Ahora esto se ha solucionado de manera muy efectiva, además de reforzar la seguridad tanto de los usuarios como de las plataformas en el momento de gestionar una transacción. No hay intermediarios de ningún tipo.

Sistemas modernos y netamente digitales

Hace poco más de una década, entraron en nuestras vidas las billeteras digitales, conocidas también como e-wallet. Estas, más novedosas que los dos casos anteriormente comentados, usan un dispositivo electrónico para llevar a cabo operaciones financieras. Como grandes ventajas, optimizan el tiempo de los usuarios y no es necesario disponer de una cuenta bancaria para ello. Entre las más conocidas, se debe destacar PayPal, presente en más de un centenar de países.

Más desconocidas para el gran público están las pasarelas de pago. Se trata de unos portales que conectan una cuenta bancaria con el procesador de pagos correspondiente. Actúa como intermediario y transmite la información de la transacción. Todas cuentan con herramientas muy especializadas en detección de fraudes, como verificaciones de identidad o de tarjeta; y suelen admitir pagos en línea internacionales, algo que les dota de una importancia muy elevada a nivel internacional y por mencionar por casos concretos tenemos a PagoEfectivo, Safetypay entre otros.

Y terminamos con toda una incógnita: las criptomonedas. Las monedas virtuales han estado en boca de muchos durante varios años y algunos portales especializados en juego las han integrado como sistema de pago reconocido. Entre los principales problemas con los que se encuentran es que hay muchas marcas y variantes de este tipo de monedas y no todas están aceptadas en todos los lugares. Además, tampoco resultan ser de uso excesivamente recurrente para el gran público.

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